Los promotores del socialismo del siglo XXI conciben a los miembros de la sociedad como fanáticos, adoradores del “líder”, irracionales, con su destino entregado a los caprichos de ese líder quien, mediante un acto desconocido para el individuo común, ha absorbido el destino de todos y por ende “es en sí mismo el pueblo”.
Lo que le pase al líder, le pasa al pueblo y viceversa. Por lo tanto existe una identidad “pueblo-líder” mediante la cual el pueblo no requiere pensar sino seguir los lineamientos del líder, quien piensa por cada uno de los ciudadanos y, cual salvador todopoderoso, llevará al pueblo a un mundo mejor. No importa cuando porque el tiempo del líder no es igual al tiempo de los restantes miembros de la sociedad.
Quien no entienda esto debe ser convencido a “carajazo (*) limpio".
Todo miembro de la sociedad debe tener un comportamiento similar al que muestra el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, en este video.
(*) Carajazo. 1. m. coloq. Ven. Golpe contundente dado con el puño o con algún objeto a una persona.
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