domingo, diciembre 24, 2006
lunes, diciembre 18, 2006
Opina un político viejo
Análisis"
La reforma constitucional completará el proceso de 1999"
En este análisis se resaltan los caminos que sorteará el cambio constitucional
ASDRÚBAL AGUIARESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
La reforma de la Constitución de 1999, anunciada por el Gobierno, será el tema inaugural de la agenda política venezolana de 2007. Antípoda y por razones distintas, Manuel Rosales, líder de la oposición, ha coincidido en este propósito con Hugo Chávez, presidente reelecto en los comicios del pasado 3 de diciembre.
Para la oposición democrática, la reforma es desiderátum: condición para su existencia, por comprender que le será difícil consolidarse y avanzar hacia el control del poder político dentro de un cuadro constitucional como el vigente.
Constitución para el poder
La Constitución vigente hizo posible, desde su nacimiento, la concentración de los poderes públicos y, en lo particular, el manifiesto dominio sobre el Poder Electoral a manos del actual Presidente, amén de que ahogó la descentralización política y administrativa propulsada desde antes, bajo el texto fundamental de 1961. Por si fuese poco, sobrepuso al Estado y su variable militar, desplazando la autonomía de la persona humana y su derecho al libre desarrollo de la personalidad, dentro de un contexto normativo e ideológico que hace de ésta sirviente del poder constituido y cultora del pensamiento único: la ideología de Simón Bolívar, el Libertador.
Chávez, a propósito de la reforma constitucional, ha dicho que ésta se orientará hacia la construcción de un modelo de Estado y de sociedad socialistas, que denomina Socialismo del siglo XXI, ajustando que fuera de dicho contexto no habrá lugar a diálogo constitucional alguno con sus opositores.
Una parte de la opinión pública se pregunta si acaso son negociables los estándares de la democracia, tal y como los consagra la Carta Democrática Interamericana y también duda sobre el significado del Socialismo del Siglo XXI. No pocos de los observadores políticos, además, parecerían estar dispuestos a cazar el debate, quizá por intuir que dentro del modelo socialista caben, como lo dicta la experiencia universal conocida, distintas concepciones y formas que no se niegan a la democracia y que, mejor aun, permiten profundizarla. Se resisten a creer que Chávez intente llevar al país hacia la senda de las agotadas y fracasadas democracias populares, que otrora construyera el comunismo y cuyo último experimento regional, agonizante por personalizado, tiene como vitrina a la Cuba de Fidel Castro.
No obstante, como consecuencia del referendo revocatorio de 2004, César Gaviria, entonces secretario general de la OEA y conocedor con profundidad de la circunstancia venezolana y de su evolución, creyó pertinente advertir y prevenir en su Informe lo siguiente: "Al presidente Chávez le asiste el derecho de avanzar en su proyecto político ..., pero con apego a los principios democráticos" contenidos en la Carta Democrática Interamericana. Éstos, como se sabe, prescritos sea como elementos esenciales de la democracia, sea como componentes fundamentales de su ejercicio efectivo, son: el respeto a los derechos humanos, el acceso al poder y su desempeño conforme al Estado de Derecho, las elecciones libres y justas, la existencia de partidos y organizaciones políticas plurales, la separación e independencia de los poderes públicos, la transparencia gubernamental, la probidad funcionarial, la responsabilidad por la gestión pública, la libertad de expresión y de prensa, la subordinación militar al poder civil, el apego de la sociedad al Estado de Derecho.
Su proyecto
Sea lo que fuere, cabe observar, sí, que a diferencia de la fugacidad e inseguridad intelectuales propias al venezolano: por hijo del presente o esclavo de sueños que andan en la búsqueda interminable de un oráculo que los desentrañe, Chávez ha permanecido en "su proyecto político". Su estrategia es la misma de siempre, y la reelección que recién lo beneficiara -como expresión táctica- le abre espacios para profundizarla.
El Socialismo del Siglo XXI es lo nuevo, como idea-fuerza o símbolo nominal. El contenido conceptual del "proceso" viene de atrás: "Nosotros no teníamos dudas hacia donde íbamos, ahora cómo hacerlo, si por la vía pacífica o por la vía armada, eso empezó a ser tema de debate durante años", confiesa Chávez, sin ambages, en La Nueva Etapa: El Mapa Estratégico de la Revolución Bolivariana, que expuso y dejó escrito en noviembre de 2004 para luego recordarnos a todos los venezolanos que los tres mapas estratégicos que ha elaborado hasta hoy, comenzando por el que diseñara en 1994 durante su prisión en Yare, "son una evolución del mismo mapa".
Trascender
Lo planteado como eje central del modelo revolucionario en curso, así las cosas y según el testimonio de Chávez, "es trascender el modelo capitalista".
La filosofía de la estrategia, a todo evento, sigue siendo el "por ahora".
El puente de la democracia, si copiamos la imagen de Burleigh, no caerá por implosión. Viene siendo desmontado desde 1999, tuerca por tuerca, viga por viga: "El planteamiento comunista, no (...) en este momento sería una locura, quienes se lo plantean no es que estén locos. No es el momento", añade el presidente reelecto en La Nueva Etapa.
Con vistas a lo anterior, no es ociosa, pues, la tarea de relectura de algunas normas orgánicas y dogmáticas de la Constitución de 1999, cruzándolas "con" o apreciándolas a la luz de los elementos conceptuales o discursivos, los objetivos específicos y las herramientas que describe e integran La Nueva Etapa, para que se comprenda cabalmente la estrategia de la progresividad y el fin último que explica y justifica, desde la óptica de Chávez, la reforma constitucional en cuestión.
En el ámbito de la organización del Estado y de la sociedad, la Constitución prefigura un modelo de corte republicano y de separación de los poderes públicos, pero que llega acotando la clásica autonomía entre éstos y lo que es más importante, silenciando a los partidos políticos: instrumentos de la relación entre la sociedad civil y la sociedad política, y proscribiendo a renglón seguido el financiamiento público de las llamadas asociaciones "con fines políticos". La Nueva Etapa, avanza a su vez, hacia la formulación del partido único y la reformulación de la organización del Estado y de la sociedad para consolidar "la nueva estructura social de base", que ejercerá tareas políticas y de producción, como asimismo la contraloría social y que habrá de casarse con un nuevo sistema de gestión de la cosa pública, en el que dominará el régimen "misionario" importado desde La Habana.
En cuanto a la persona humana y su desarrollo libre, la Constitución, junto con su desbordante nominalismo en materia de derechos humanos, le confió al Estado -que no al mismo individuo- la función y la responsabilidad de desarrollar a la persona humana. En lo adelante y por lo mismo, con vistas al Socialismo del Siglo XXI y según la Nueva Etapa, "no son los hechos, no es la superficie lo que hay que transformar, es el hombre", como dice Chávez. De allí el objetivo: el desarrollo de un sistema educacional bolivariano, que implica desde ya no sólo la reforma del sistema educativo, sino "la formación e identificación de la población con los valores, ética e ideología de la Revolución Bolivariana".
El pluralismo democrático cede progresivamente entre la Constitución y los postulados de La Nueva Etapa, mediando entre ambas y como soporte para la reforma tanto las interpretaciones hechas por la Sala Constitucional del TSJ en sus Sentencias 1.013 y 1.942, como la célebre Ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisión. Chávez lo revela en La Nueva Etapa: "Hay que impedir que se reorganicen [los opositores], hablando en términos militares, y si se reorganizaran: atacarlos y hostigarlos sin descanso". "Tengo un solo tipo de invitado -precisa Chávez: nuestros medios de comunicación aliados". La pluralidad de la opinión democrática, en consecuencia, continuará atenuada hasta que se toque el corazón del sistema que hace posible la diversidad de las ideas: los medios de comunicación social. La propuesta y el cometido es, según La Nueva Etapa, "fortalecer los medios de comunicación públicos" y "potenciar las capacidades comunicacionales del Estado".
En cuanto a la gestión electoral, ella se encuentra "despartidizada" desde la Constitución de 1999 y sobre sus logros, en el interregno, la Nueva Etapa dispone fortalecer en lo adelante los ejes que mejor inciden en el condicionamiento del aparato informático del que depende el ejercicio del voto. Según ésta, tales ejes son la Misión Identidad y el registro electoral digital, el alimento de "la data" de los partidos políticos (listas Tascón y Maisanta) y el afinamiento del "mapa georreferencial" que permita saber dónde está cada venezolano y con quién está alineado políticamente.
El régimen económico, que se afirma según la Constitución de 1999 en la competencia libre y en el respeto a la propiedad privada, pero que le abre espacio igual al "régimen de propiedad colectiva", avanzará conforme a La Nueva Etapa hacia la cogestión, la economía popular, el autoempleo y la creación de valores de "producción y consumo solidarios", dentro de un contexto de planificación centralizada y de desarrollo endógeno.
La política exterior y de defensa nacional, finalmente, que se afirma en las ideas constitucionales de la soberanía absoluta y la articulación de todo el orden normativo alrededor de la idea de la seguridad nacional y de la preeminencia de la Fuerza Armada, encuentran como objetivo en la Nueva Etapa, la confrontación abierta con EE. UU., la exportación del modelo revolucionario, la creación de un nuevo pensamiento militar, el desarrollo de las milicias populares, la formación de la población en la obediencia y disciplina militar, y la creación de grupos de opinión, comunicólogos e intelectuales que contribuyan a crear matrices de opinión internacional favorables.
Experiencia repetida
En suma, el significado del Socialismo del Siglo XXI, pretendido centro del debate constitucional reformista planteado y que viene realizándose en curso constante y modulado desde 1999, si de suyo tiene lugar y alcanza cristalizar mediante una negociación "democrática" constitucional, reeditará en Venezuela una experiencia de muy añeja data que nuestra contemporaneidad no capta ni comprende y quienes la captan y comprenden no se avienen a definirla como dictadura constitucional o como fascismo mussoliniano o peronista, o como populismo personalista o autocracia, o como comunismo a secas, disfrazado "por ahora" tras la cosmética tecnológica global del siglo XXI.
sábado, diciembre 09, 2006
viernes, diciembre 01, 2006
martes, noviembre 28, 2006
Testimonio de un profesor
http://www.usb.ve/
El 21 de noviembre de 1957 desde las universidades denunciaron una dictadura que no permitía debates en el Congreso y que reprimía la expresión de las ideas. Los estudiantes protestaban por el anunciado plebiscito que reeligiría con una fraudulenta Ley Electoral al presidente de la República. Dos meses más tarde terminaba la dictadura, abriendo paso al establecimiento de un orden democrático y un Estado de Derecho que se ha venido consolidando hasta nuestros días.
En conmemoración de estos acontecimientos, celebramos el Día del Estudiante el 21 de noviembre de cada año", dice el mensaje electrónico firmado por el rector Benjamín Scharifker, la vicerrectora académica Aura López, el vicerrector administrativo José Ferrer y el secretario Alejandro Teruel.
Este mensaje de las autoridades a los estudiantes en su día y lo que ocurre actualmente en nuestro País me dan la oportunidad de contarles algo de mi experiencia ese día. Yo estaba en la UCV, el 21 de noviembre de 1957 y participé en los hechos a los que se refiere el mensaje, era un estudiante de la UCV en ese año, no era un activista político, pero tenía convicciones muy sólidas : creía entonces como ahora en la libertad y la democracia y aborrecía todo lo que tenía que ver con militares y las dictaduras disfrazadas de legítimas a través de fraudes electorales. Yo no era un militante político, pero desde el 3er año de bachillerato con mis compañeros de Liceo hablábamos mucho de política. Algunos se hicieron militantes de la Juventud de AD, Moisés Moleiro, Américo Martín , Manuel Fombona y varios más, otros militaron en la Juventud comunista, Julio Cabello. Todos participábamos en una medida u
otra en la lucha clandestina contra la dictadura y algunos de mis compañeros fueron presos , torturados y pagaron años de cárcel en Puerto Cabello o Ciudad Bolívar.
Recuerdo el caso de Moisés Moleiro y Manuel Fombona. El 21 de Noviembre de 57, llegué temprano a la UCV con mi chaqueta de cuero que siempre llevaba, me reuní en la Facultad de Ingeniería con otro compañero desde bachillerato, Omar Rodríguez, y nos fuimos juntos a la plaza del Rectorado, donde se centraba la protesta. Protestábamos y gritábamos consignas contra la dictadura y contra la farsa del Plesbicito y a favor de la Autonomía Universitaria: El dictador había cerrado la UCV durante dos largos años y había botado a todos los profesores. En el lenguaje del actual teniente coronel: Profesor Angel Palacio Gross estas botao, profesor Melchor Centeno, estas botao, profesor Santiago Vera Izquierdo estás botao y así, Pedro Grases, Angel Rosenblat, Pi Suñer, etc. Botados y sin pago compensatorio ni nada, y la UCV cerrada por dos años. La Autonomía Universitaria era entonces, como ahora, un grito subversivo.
Los estudiantes le reclamaron al rector la presencia en la UCV de espías la muy temida Seguridad Nacional, el organismo represivo de la dictadura. A lo cual respondió el rector, un adulante infeliz y pobre diablo, abogado andino, que había aceptado la nominación de Pérez Jiménez como rector para reabrir la UCV, como institución adicta al régimen no democrática ni gratuita (el semestre costaba Bs 600 y el sueldo de un ingeniero no sobrepasaba esa cantidad mensual).
No recuerdo bien el nombre de este infeliz, realmente trato de borrar de mi mente esta clase de gente (cualquier similitud con el rector de la bolivariana o el director del IVIC, es pura coincidencia). Pues bien, el rector contestó que eso no era verdad, que en la UCV no había ningún espía. Los estudiantes le contestaron: ¿cree que no?, pues ya se lo vamos a traer.
Agarraron a uno de los seguranales que estaban allí, le entraron a golpes hasta dejarlo morado por todas partes, se lo llevaron al rector y se lo tiraron encima del escritorio diciéndole, aquí tiene uno! A otro seguranal que agarraron, después de una golpiza lo tiraron, por encima de la cerca, sobre la avenida Roosevelt. La cosa se había puesto violenta. En eso comenzamos a oír gritos y gente corriendo, estaban entrando cientos de seguranales y Guardias Nacionales por todas las puertas de la UCV. Corrí hacia la Facultad de Ingeniería, pensando que podía salir por las Tres Gracias, pero de pronto vi frente a mí una barrera de seguranales y guardias que era imposible pasar. Caí preso, me dieron unos cuantos rolazos y me metieron en un pequeño automóvil Vauxall, no me golpearon mas porque corrían persiguiendo a otros estudiantes, afortunadamente Omar Rodríguez lo vio todo y pudo avisar a mis amigos. Al cabo de un rato trajeron a otro estudiante preso y nos llevaron al Edificio de la Seguridad Nacional, donde nos volvieron a dar rolazos y nos llevaron al último piso, un salón muy grande, sin muebles, donde se encontraban ya una gran cantidad de estudiantes.
Muchos compañeros y amigos. Particularmente, Ignacio Iribarren e Ignacio Contreras, los habían agarrado en la oficina del rectorsucho, nada menos. Cuando entró la seguranal a la oficina, Ignacio Iribarren logró esconderse detrás de una cortina y el muy universitario rector lo denunció a los agentes, así cayó preso.
En la S.N. estuvimos como hasta las tres de la mañana, cuando soltaron a todas las muchachas, que estaban en otra sala y nos llevaron a la Cárcel Modelo de Catia, donde nos habían preparado un ala para nosotros solos, éramos 140.
Estuve en la Modelo hasta el 22 de diciembre. No fui torturado ni golpeado físicamente, pero todos sufrimos una tortura psicológica que es interesante relatar. Primero en la S.N. escuché que estaban buscando al de la chaqueta de cuero que habían traído en un Vauxall, seguramente me confundían con algún líder del movimiento. Me quité la chaqueta y la dejé tirada en una esquina de la sala, unas horas mas tarde vi como recogían mi chaqueta y discutían entre ellos.
En un momento entró a la sala el seguranal que había sido golpeado, estaba terriblemente golpeado, nos hicieron parar del piso y este personaje nos inspeccionó, se paraba frente a cada uno y nos miraba la cara, al rato decía: este no. Cuando le tocó el turno a Ignacio, el hombre se quedó largo rato mirándolo, me pareció una eternidad, Ignacio estaba pálido, finalmente dijo: este no.
En la Cárcel Modelo, nos sentimos más tranquilos. Pero a los tres o cuatro días nos despertaron a las tres de la mañana y nos hicieron formar una fila desnudos en el patio del ala. Frente a nosotros estaba, nada menos que el Bachiller Castro, uno de los mas temibles torturadores de la S.N. (el bachiller Castro, Miguel Silvio Sanz y Suelespuma, era el trío de torturadores mas temidos de la S.N, los tres tuvieron muertes espantosas.) El Bachiller Castro pasó lista, seleccionó a tres estudiantes y nos ordenó que subiéramos al segundo piso del ala. No pudimos dormir más. A mediodía los trajeron, estaban destrozados, los habían montado en el Ring y les habían aplicado electricidad. Yo no los conocía de antes, uno de ellos era un estudiante de apellido Gonzalez Bogen. Al cabo de un tiempo una o dos semanas, volvió una noche el Bachiller Castro, pasó igual que antes, seleccionó a tres y a los demás nos mandaron para arriba. A la mañana siguiente cuando bajamos, los tres muchachos estaban allí, en el patio, temblando de frío, no les habían hecho nada. Esto se repitió una vez más, era claro que lo que buscaban era aterrorizarnos, era tratar de someternos por el miedo. Mientras tanto, la Guardia Nacional, que tenía la vigilancia de la Cárcel, jugaba el papel de los buenos. Nos habían traído juegos de dominó y una pelota de basket para que nos distrajéramos y trataban de hablar con nosotros. Es una trampa típica de los opresores.
Salí el 22 de diciembre, quedábamos pocos , muchos habían salido por mediación de sus familiares. Nos soltaron porque la presión popular sobre el régimen se había hecho muy fuerte después de la manifestación de las mujeres en la Plaza Bolívar , las pastorales de los curas y del cardenal Quintero. El gobierno creyó que soltándonos bajaba esa presión, pero estaba herido de muerte, lo que ocurrió el 23 de enero siguiente.
Lo que estamos viviendo en el País hoy día es muy semejante a lo de entonces. Un régimen militar que mantiene una dictadura del Siglo XXI, hoy las dictaduras son distintas, tienen que guardar apariencias porque les llega la Justicia, aunque pueda tardar. Lo vimos con Milosevich y con Pinochet. La sombra del "Juez Garzón" anda por el mundo y los dictadores tienen que cuidarse. En esta circunstancia vamos a una elección trucada, con todas las desventajas.
Este gobierno tiene experiencia en el fraude electrónico y también en el más tradicional, pero creo que la oposición conoce sus trucos y quizás podamos desmantelarlos a tiempo. A diferencia del 57 nuestros estudiantes son pasivos, no tienen educación ni formación política. Es culpa nuestra, ¿para que han servido nuestros cursos de estudios generales? Nunca les hablamos de política y ahora nos damos cuenta de lo grave de esto, viven en una sociedad que no entienden y no saben defender sus derechos y libertad.
Prof. Enrique Planchart